Creo que un título de un escrito es significativo y debe expresar o captar parte del contenido, así que en este caso el “pasados por agua” sin ser muy original creo que es el común de los lances descritos en esta serie de dos post.
1/2
Esta temporada, como en la de las últimos años, cuesta horrores sacar las salidas deseadas al campo tras los duendes. Cuando no por un motivo laboral, por la creciente familia, y un sin fin de motivos que hace que si cabe disfrutemos más aún las veces que podemos salir al campo.
En este relato, describo lo que ha sido mi temporada en el coto en el que habitualmente cazo. La historia se remonta al mes de febrero, en el que marcando una armada del gancho que solemos dar al final de temporada, en el puesto del postor de una de las armadas, adiviné unos rascaderos, que por la fecha me llamarón mucho la atención. ¿Sería posible que en esas fechas hubiera un corzo limpiando la cuerna? Resueltos a descubrirlo, le pusimos una trail de cara a la temporada por venir, para “pillar” al que ya habíamos bautizado como “POSTOR”.
El caso es que le pillamos, y de lleno. No salió más que una vez pero suficiente para confirmar que se trataba de un corzo pistonudo. Algún corzo más salió que merecía una intentona, así que al empezar la temporada allí que nos fuimos los arqueros.
Hablo en plural, porque además de Dani, compañero de coto y de fatigas arqueras, ya se apunta a la tribu Alfonsete, uno de los “juniors” de la familia, que con sus 12 años esta temporada ha empezado a cazar “solo” en un pino, y aunque nos ponemos cerca, aprovechamos para cubrir más pasos que en esto del arco, cada peón suma en el tablero para ganar la partida!
El resultado de esa primera intentona es que vimos uno de los corzos a los que íbamos a visitar, pero a parte de un zorro que le ganó la mano al junior, poco más que contar.
A partir de ahí salidas y salidas insistiendo en la zona, y una de las tardes Jorge, uno de los Indios asiduos a la tribu, consiguió ponerle el ojo encima a POSTOR. Le pasó a la carrera por debajo del pino en el que estaba subido, confirmando que se trataba de un corzazo.
Dani con más ahínco y perseverancia que un servidor insistió en la zona e incluso tuvo opción con el otro de los corzos a los que le teníamos hecha la ficha sin conseguir hacerse con él.
El día de fortuna por el que escribo estas palabras comenzó como siempre camino del coto decidiendo donde nos ponemos cada uno. Personalmente me gusta que elijan todos para luego poder ponerme yo con libertad y en función de lo que hayan elegido los demás. Ese día Dani insistió en que el elegía el sitio en el que yo me pondría, porque estaba seguro de que tendría fortuna. Me eligió el pino, no un pino cualquiera, no, el pino exacto por donde él estaba seguro me pasaría por debajo el corzo.
La tarde amenazaba agua, y al poco de subirnos y “amarrarnos” la amenaza se hizo real. Un aguacero de locos empezó a caer como si tirasen cubos de agua todos los ángeles del Cielo… vaya trombazo!!! Fueron unos 5 minutos en que no había ni como ni con qué taparse… subido a un pino solo podía uno esperar que no se tronchase con las rachas de viento que azotaban las copas.
Pasó, y tras la tormenta, vuelta al canto de los pajarillos, las piñas de los pinos empezaron a caer con cierta frecuencia…no sé la relación pero sin duda no era casualidad, a cada rato caían piñas de los árboles con el sobresalto que esos ruidos producen a un indio subido a un pino esperando visitas…
Decidí sacar la cámara de la mochila y colocarla en el brazo de cámara que había colocado en el árbol para intentar grabar un posible lance. Estaba terminado de colocarla cuando un ruidito a mi espalda me sobresaltó. A mi espalda no hay pinos… así que piña no va a ser… medio giré la cabeza y descubro que se me ha metido debajo por lo limpio POSTOR! Le tengo debajo, nos separan menos de 10m y parece que me rodea por mi espalda. En esos momentos de tensión me pasan por la cabeza mil pensamientos y acciones posibles pero lo importante en esos casos es acertar con las elegidas.
¿Descuelgo el arco o no? ¿Me estará mirando o no? (Yo estada de espaldas a él) ¿Me espero a ver si pasa de largo y lo vuelvo a ver por la izquierda? ¿Y si lo descuelgo a cámara ultra-lenta??
Finalmente opté por esto último encomendándome a los santos para que no me estuviese mirando… y resultó. Con el arco en la mano, enganché el disparador y comprobé en ese momento que me había rodeado y ahora lo tenía por mi flanco izquierdo, en el lado bueno de tiro y ramoneando tranquilo.
RESPIRA, RESPIRA…, el corazón en la sien apretando, POSTOR ramoneando un tomillo ajeno a lo que se le venía encima. Por un momento me planteé encender la cámara y grabar… Anda anda!! Que vaya señor corzo tienes debajo y tú pensando en pamplinas…
APUNTA… Conseguí abrir el arco sin que milagrosamente notase lo más mínimo aunque lo tenía comiendo casi de frente… Se cuadra, apunto a las costillas y FLOCK!
POSTOR sale con una carrera alocada hacia donde estaba subido Dani. Por radio le doy el grito de guerra ¡¡¡¡Vamooooooooosssssssssss!!!!
Estoy calado de pies a cabeza, hasta los calzones chorreando… me entra una tiritona entre los nervios y el empape que no puedo ni hablar con normalidad ya que me chasquetean los dientes…
Pasa un rato en el que voy asimilando todo, pero de nuevo se aproxima tormenta, así que me bajo a examinar la pinta de la flecha. Aunque el tiro me había parecido bueno, los indicios de la flecha no dicen lo mismo… contenido estomacal y poca sangre en el rastro… Se me produce un nudo en el estómago que solo el que ha vivido una experiencia así sabrá identificar…
Aviso a Dani, decide bajarse por la amenaza de agua, y para plantear la estrategia de cobro. Llamo a mi gran amigo Andrés, además de ser un “seguro” en el cobro con perro. Coindice con Dani, lo prudente es esperar al día siguiente. Sin embargo aprovechando que estamos con Heinz, probamos unos metros a ver si lo encontramos “en los primeros metros” y gracias a Dios, sin un cobro muy complicado damos con él. ¡POSTOR! Vaya animal soberbio!!
Es precioso, cuajado que sin ser un animal viejo está en plenitud. Lance de esos que aunque no estén en la SD de la cámara, sí que lo está en el disco duro interno… que no se olvide nunca!!
Gracias Dani!! Este lance ha sido por lo menos la mitad tuyo!! Justo por donde me has dicho que vendría! ¡¡Mil gracias tío!!
Para hacer justicia, diré que si Dani en el coche de camino no me hubiera insistido en ponerme ahí, no me hubiese puesto, optando seguramente por otro corzo al que le tengo fichado, pero la caza es así, y cuando es “PASADO POR AGUA” suele ser garantía de éxito!!.
En unos días espero poder subir el segundo episodio de este post para completar el resumen de lo que va de la temporada corcera.
Un saludo,
Alfonso Urbano López de Carrizosa
Una maravilla, de corzo, crónica y seguro de experiencia.
Con ganas del segundo lance.
Enhorabuena.
Enhorabuena Alfonso. Magnífico corzo y mejor contadio!!


