El tiempo en la zona centro ha estado muy revuelto en este inicio de temporada, alternando viento, agua, sol, nieve, granizo y todo tipo de condiciones meteorológicas. Tanto la flora como la fauna han agradecido enormemente las anheladas lluvias, por lo que ahora muestran sus mejores colores.
Esta climatología tan cambiante y el ser inicio de la temporada, produce en algunos casos que los animales se muevan a horas poco habituales, siendo cualquier hora del día un buen momento para salir al campo.
Pasear con el campo en estas condiciones es todo un privilegio, pero hay que estar muy atentos a la meteorología porque en pocos minutos puede cambiar el tiempo y tornarse de lo más desapacible posible.
Tras fotografiar la peculiar roca, pude apreciar unos nubarrones que entraban por el sur, acompañados de unas cortinas blancas que no invitaban a nada bueno.
Conocedor de las distintas zonas para resguardarme de una posible tormenta, decidí que lo más recomendable era quedarme bajo la roca y aguantar la que se avecinaba.En escasos dos minutos comenzó la tormenta y los primeros granizos empezaron a caer acompañados de un viento que los empujaba con más violencia hacia el suelo…
tras el primer envite aumentó más la intensidad de la tormenta, pareciendo que el cielo se desplomaría en cualquier momento sobre mi cabeza…
Finalmente el aire desplazó la tormenta dejando un manto frío y helador de canicas blancas sobre el terreno. Yo, tras la roca, pude soportarlo sin mojarme.
La tormenta dejó algunas estampas preciosas con grandes contrastes de tonalidades. El silencio reinante era roto por el discurrir del agua que se producía por el deshielo del granizo.
Era momento de continuar con el paseo por el campo ya que al igual que yo, los animales habían empezado a moverse tras aguantar el chaparrón de la mejor forma posible.
La actividad tras la tormenta fue alta y productiva con una interesante entrada a una pareja de jabalíes que me permitieron hacerles unas fotos interesantes y el avistamiento de algún macho de corzo.
