Aunque todavía no hemos salido de la primavera oficialmente, los cambios en el tiempo en muchas regiones nos hacen sentir que ésta se terminó hace unos días.
En la zona centro, con un tiempo tan lluvioso y lleno de inclemencias meteorológicas, produjo cierto retraso en la llegada de esta estación del año y los colores primaverales costaron en dominar el terreno.
Es esta época de independencias familiares y nuevos alumbramientos. Las corzas adultas pasan los últimos días junto a sus crías del año anterior y éstas comienzan una nueva vida solas, gracias a lo que han aprendido de sus progenitoras durante los meses anteriores.
Los machos comienzan a volverse cada vez más tímidos, manteniendo más las distancias a medida que avanza la estación, para desaparecer prácticamente del terreno al llegar el mes de junio.
También es época de tranquilidad para otras especies, que de vez en cuando te dan una alegría sorprendiéndote cuando andas tranquilamente por el campo.
Marcar el territorio y dejar constancia de presencia es importante para los machos, tanto que incluso en ocasiones si no sabe que es lo que ha sentido o visto, intentarán acercarse a ello con intención de identificarlo y, en caso de ser otro macho rival, expulsarlo del territorio.