En Andalucía ya se encuentra finalizada la temporada de caza de la perdiz con reclamo.

Esta modalidad cinegética vincula de una manera difícilmente expresable con palabras al cazador con el la perdiz que utiliza de reclamo para la caza. Tras todo un ano de cuidados y mimos, es momento de que el pájaro “devuelva” todo este trabajo a su dueño en forma de unos buenos cantos en el campo.

Elegir y preparar un buen sitio donde colgar el animal es fundamental, siendo muy importante que no existan rocas delante del animal para evitar sustos con algún perdigón rebotado.

 

 

Los cantos del animal tras descubrirlo no se hacen esperar mucho y comienza a reclamar, con variedad de sonidos, a sus congéneres.

 

Pronto se producen las primeras respuestas y, sin esperar mucho, se presentan junto al reclamo para empezar la batalla. Tras dejar cumplir al animal se le da caza, viniéndose arriba el pájaro tras el disparo.

 

 

 

La tarde continua ya que el macho sigue reclamando y, a pesar del tiro, los animales tienen curiosidad por descubrir quien es el intruso que ha ocupado su territorio.

Un nuevo ejemplar entra en plaza seducido por los cantos del macho que se encuentra en el púlpito.

 

 

 

 

Nuevamente, tras el segundo tiro, el macho se viene arriba, quizás con un sonido mucho más potente que los anteriores, sintiéndose el ganador de la contienda.

 

 

La jornada ha sido redonda por lo que sólo queda disfrutar del sonido del animal mientras el sol se va desapareciendo.

 

 

Es hora de recoger y felicitar al animal por su buen trabajo. Sólo el dueño del animal sabe lo que se siente en estos días de caza.

 

  

 

Gracias Quini por esos momentos de caza.