Oficialmente quedan 21 días para el inicio de la estación invernal, época más recomendable para realizar la caza de hembras de corzo, con el fin de cumplir los cupos establecidos y buscar el equilibrio poblacional; aunque en muchas localizaciones de nuestra geografía, se puede considerar que ya es invierno para los corzos.
Todo aprovechamiento cinegético de una especie debe de estar fundamentado en buscar o mantener la mejor estructura poblacional, tanto en la relación de edades como en la de sexos, de ahí que cumplir los cupos establecidos sea tan importante.
Poco a poco la caza de hembras se va convirtiendo en una actividad más usual y aceptada, gracias al buen hacer de los cazadores y organizaciones; y a la predisposición mostrada por algunas Administraciones.
En los últimos años, desde la Asociación, se ha fomentado esta caza mediante la organización de las Jornadas de Caza de Corzas en Soria y en Guadalajara.
En el caso del corzo, si además los cupos de hembras se realizan en invierno, mejor que mejor, ya que debido a su biología, es el periodo más óptimo. Por un lado, las hembras fecundadas en julio-agosto, han sufrido una diapausa embrionaria que hace que el embrión no haya producido apenas desarrollo, por otro lado, las crías nacidas en primavera pueden ser autónomas o agregarse a grupos familiares que les permitan sobrevivir durante el invierno.
Aunque los machos se encuentren en este periodo desmogados o en pleno desarrollo de las cuernas, dicho factor no debe de ser un problema a la hora de determinar el sexo del animal. En función de la zona y la época, habrá machos con un notable desarrollo de las cuernas (probablemente los más adultos), otros que apenas tengan desarrolladas éstas y otros que todavía presenten las cuernas (entre ellos los machos nacidos en primavera).
Pero el factor principal e inequívoco para diferenciar el sexo de los ejemplares será claramente el pincel vulvar de las hembras.
El pincel de las hembras puede ser incluso reconocible de perfil, como se puede ver en la comparativa de las dos siguiente fotografías.
Dicho signo será inequívoco de que el ejemplar es hembra y por tanto suficiente para decidir dar caza al animal.
Es interesante destacar que el año pasado se puso en marcha el Proyecto Hypoderma al aparecer varias infestaciones een distintos puntos del centro peninsular en corz@s por este parásito, escasamente conocido hasta la fecha, en época invernal.
A tal efecto se diseñó un díptico informativo, una ficha de colaboración y distinta información que se pueden descargar de la página web.
Además, gracias al convenio de colaboración que tiene la ACE con el INVESAGA se descubrió la primera parasitación de Hypoderma actaeon en corzos (especie parasitadora de otros cérvidos distintos al corzo), como quedó patente en distintos artículos científicos que se pueden consultar en la HEMEROTECA.
Desde aquí animaros a participar en el proyecto si detectáis la presencia de este parásito enviando la FICHA del proyecto al correo ace.gusano.corzo@gmail.com.