Cuando se dan muy bajas temperaturas durante varios días seguidos con un ligero aumento de las mismas durante las horas centrales del día se puede ver cómo el hielo “fagocita” todo lo que queda en sus inmediaciones.
Grosores de hielo de 10-15 cm de espesor son frecuentes. Todo lo que se encuentra en este rango queda atrapado por el hielo.
Paradójicamente, estos días de grandes heladas suelen ser días rasos y despejados, por lo que en muchas ocasiones se pude ver ese sol que da una sensación cálida a las gélidas temperaturas que se producen.