Con la intensificación de las actividades agrícolas y los tratamientos fitosanitarios que se realizan a las siembras cada vez resulta más complicado ver campos donde abundan los insectos y aparecen otras plantas distintas a los propios cultivos que aportan otro color a los verdes campos.
En uno de esos campos excepcionales apareció una pareja de corzos que pastaba tranquilamente.
A pesar de detectar mi presencia la pareja estaba centrada en alimentarse de las distintas especies vegetales existentes.
Se añoran campos así donde abunda la biodiversidad, tanto animal como vegetal.