Aunque se ha hecho de rogar, como no podría ser de otra forma, el invierno ya está con nosotros y esas nieves, más que anheladas por algunos, han llegado a gran parte de la Península.

Muchos de los paisajes cobran un encanto especial al cubrirse de nieve, pareciendo más bonitos incluso de lo que ya son por naturaleza.

 

También los cursos de agua y las estructuras artificiales a ellos asociados muestran otra apariencia distinta a la habitual.

Elementos del medio poco estéticos, paisajísticamente hablando, cambian y se tornan en agradables al cubrirse con el manto blanco.

Abstraer algunos detalles del paisaje en las fotos puede causar un efecto interesante.

Todo el que pueda que aproveche para sacar sus cámaras de fotos los días de nieve, ya que ésta brinda grandes posibilidades.