Tomar un vino a palo seco o hacerlo en el transcurso de una comida pueden ofrecer unas sensaciones totalmente diferentes. Sin embargo, no está al alcance de cualquier bolsillo ir probando distintas botellas conforme se va variando de plato. Esa es la posibilidad que ofrecen desde hace una década las Jornadas de Maridaje de caza y vino que organiza el hotel Krabelin. Distintas añadas y distintos procesos se van asociando a un menú variado que tiene su base en los productos de temporada. >>> VER LA NOTICIA COMPLETA >>>