Existen diferentes clasificaciones de los objetivos fotográficos.
La primera clasificación que se podría realizar es en función de si mantienen la distancia o longitud focal fija o ésta es variable, distinguiendose 2 categorías:
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Objetivos de focal fija o “prime”, presentan una distancia focal única ya que la distancia entre las lentes que forman el conjunto es invariable. Suelen ser más robustos, superiores en calidad y velocidad de obturación. Por contrapartida tienen un mayor peso del conjunto y son mucho más caros.
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Objetivos de focal variable o “zoom”, se caracterizan porque existe una variación en la distancia entre los cristales que forman el objetivo para los distintos rangos focales que cubre. Técnicamente es más complejo mantener una calidad óptima de imagen en las distintas distancias focales cubiertas por un objetivo tipo zoom. La ventaja principal de estos objetivos es que con uno solo se abarca un rango focal amplio, evitando llevar varios objetivos.
Objetivos zoom Canon 18-55mm f 3,5-5,6 EF-S y Tamron SP AF 17-50mm f 2,8.
Otra clasificación que se puede realizar es la que clasifica los objetivos en función de la distancia focal, que es la que determina el ángulo de visión que comprende el objetivo (a mayor distancia focal menor será el ángulo de visión del objetivo). En este caso se distinguirían las siguientes categorías:
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Gran angular. Entran dentro de este grupo los objetivos con focales entre los 18 y 35mm, con ángulos de visión que van de los 180º a los 60º. Producen una fuerte distorsión en la perspectiva, sobre todo en los márgenes. Otra de sus características es tener mucha profundidad de campo. Son objetivos muy luminosos (número f bajo) y sus usos principales son la fotografía de paisaje, arquitectura o interiores.
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Objetivo Normal. Son aquellos que suelen dar un ángulo de visión similar al del ojo humano, esto es, unos 45º y 55º, lo que equivale a una focal entre 40mm y 55mm, siendo el más utilizado el 50mm. No producen distorsión ninguna en las líneas y suelen ser muy luminosos. Se utilizan mucho para fotografías de retratos.
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Teleobjetivos. Son los objetivos que tienen un ángulo de visión inferior a 30º, con unas distancias focales que pueden ir de los 70-80mm en adelante. Estos objetivos “aplanan” la imagen, es decir comprimen los planos, reduciendo las distancias entre los objetos de la imagen, además de poseer una baja profundidad de campo. Se podrían dividir en teleobjetivos cortos (80-135mm) que son muy utilizados en retratos, normal (135-300) y largo (aquellos mayores de 300mm) que son los más utilizados para fotografía de fauna, deportes,…
Teleobjetivos zoom Sigma 70-300mm f 4-5,6 y Canon 100-400mm.
Otros objetivos un tanto particulares y que se utilizan con frecuencia son el “ojo de pez” que tiene un ángulo visual extremo superior a 180º con una distancia focal inferior a los 15mm, produciendo grandes distorsiones en la imagen y transformándola en circular y el objetivo “macro” que están diseñados para poder fotografiar al sujeto desde muy cerca, siendo su distancia mínima de enfoque muy pequeña. Este último tipo de objetivos es muy utilizado en la fotografía de naturaleza, sobre todo para mostrar pequeños detalles.
Equivalencia para cámaras analógicas o para sensor de tamaño 35mm o formato completo (full frame)
Fuente: http://www.xatakafoto.com
Para poder saber la equivalencia entre la distancia focal y el ángulo de visión hay que tener en cuenta el factor de multiplicación de la cámara. Por poner un ejemplo con la Canon 40D o la 7D (factor de multiplicación 1,6) el objetivo 17-50mm equivaldría realmente a un 27-80mm en una cámara de formato completo o de carrete de 35mm.
Aquí os dejo un ejemplo práctico del ángulo de visión en función de la distancia focal utilizada.