La lengua azul ("bluetongue", en inglés) es una enfermedad vírica del ganado transmitida por mosquitos, de presentación estacional y curso febril, caracterizada por lesiones hemorrágicas en mucosa bucal, pezuñas y musculatura, con desarrollo de erosiones y ulceraciones.

 

 

Hasta la fecha, han sido identificados 24 serotipos del virus de la lengua azul (BTV), tres de los cuales, el 1, 4 y 8 se han encontrado en Andalucía durante la última década. En estos años, se han aplicado varios programas de vacunación en rumiantes domésticos frente a los tres tipos del virus.

 

 

En Europa se han visto afectadas por la lengua azul una amplia gama de especies de rumiantes salvajes. En España, la seropositividad al BTV se ha encontrado en las regiones centrales y del sur. Además, en Andalucía se han comunicado casos de muflones afectados clínicamente. La distribución y densidad de ungulados silvestres en España han aumentado en las últimas décadas y sus poblaciones suelen compartir los pastos con los rumiantes domésticos. El papel desempeñado por las especies de rumiantes salvajes en el epidemiología de la lengua azul todavía no está claro. Se ha sugerido que pueden ser tanto reservorios como centinelas de la enfermedad.

 

Con el fin de investigar el posible papel de los rumiantes salvajes en la epidemiología del virus García-Bocanegra y colaboradores han efectuado un estudio virológico y serológico a gran escala en el sur de España desde 2006 hasta 2010. Los resultados han sido publicados en el número de julio de la revista Veterinary Research en el trabajo titulado "Papel de los rumiantes salvajes en la epidemiología de la lengua azul serotipos del virus 1, 4 y 8 en España"1.

A continuación desarrollamos los principales puntos de este trabajo.

Materiales y métodos:

El estudio se llevó a cabo en Andalucía, desde 2006 hasta 2010 (ver mapa), periodo en el que ha habido una amplia difusión de la lengua azul en el ganado. Se recogieron1.446 muestras de rumiantes silvestres (ciervos, corzos, gamos y muflones), abatidos en cacerías, para realizar serología y análisis de PCR del RNA del BTV. Se anotaron especie, sexo, edad y localización de los animales.

 

 

Para entendernos de una forma coloquial las palabras serología, seroprevalencia y anticuerpos van a indicar los animales que en algún momento han tenido contacto con el virus, tengan o no la enfermedad. La positividad del ARN del virus indica que el propio virus de la lengua azul se encuentra en el animal.

Los resultados encontrados fueron los siguientes:

473 de los 1.339 rumiantes salvajes analizados -el 35%- mostraron anticuerpos contra el BTV. Las seroprevalencias de los serotipos de lengua azul fueron; BTV-1: 26%,  BTV-4: 22% y BTV-8 el 3%. La seroprevalencia fue significativamente mayor en los ciervos, gamos y muflones que en los corzos.

Los anticuerpos contra el BTV-1 y BTV-4 se detectaron en las cuatro especies analizadas, mientras que la seropositividad contra BTV-8 se encontró en el ciervo, gamo y muflón, pero no en el corzo.

No se detectaron anticuerpos contra el BTV-4, BTV-1 o BTV-8 en los rumiantes silvestres analizados antes de la aparición de cada serotipo en el ganado. 

Los animales adultos presentaron significativamente mayor seroprevalencia en comparación con los subadultos y juveniles. No hubo diferencias por sexo.

Se detectó ARN del BTV en veintiuno de los 1.013 rumiantes salvajes analizados (2,1%). Diecinueve ciervos y un muflón fueron positivos para BTV-1 y un ciervo para BTV-4.

 

 

Discusión: 

los hallazgos confirman que los rumiantes salvajes se encuentran expuestos a la lengua azul en el área de estudio: un gran número de las muestras analizadas fueron positivas.

Además, este es el primer estudio sobre los distintos serotipos de la lengua azul en diferentes especies de rumiantes salvajes. Los niveles de prevalencia indican una amplia difusión de la lengua azul en ciervos, gamos y muflones, que está de acuerdo con lo publicado anteriormente. Los resultados apoyan la idea de que la vigilancia serológica de estas especies es útil para detectar la circulación del virus, especialmente en áreas donde se ha implementado un programa de vacunación en el ganado. 

También la baja seropositividad detectada en el caso del corzo está de acuerdo con estudios previos, lo que sugiere que no es una especie importante en la difusión de la lengua azul. 

 

  

 FOTOGRAFíA: íñigo Oriol.

 

Las diferencias entre las especies podría estar relacionado con la resistencia natural de cada especie, la densidad de la población, la distribución geográfica, el periodo de muestreo o una confluencia de factores. La mayor seroprevalencia en los animales adultos probablemente es debida a una mayor exposición de este grupo de edad al virus a través del tiempo. 

Se encontraron rumiantes silvestres seropositivos y ARN positivos para  BTV-1 y 4 años después del último brote del ganado. Además, en el periodo estudiado la seroprevalencia contra todos los serotipos aumentó en la mayoría de las provincias. Asímismo, estos serotipos se detectaron en zonas donde no se había informado de brotes de lengua azul en los rumiantes domésticos. Estos hallazgos podrían indican la persistencia de anticuerpos contra el BTV muy largos períodos de tiempo o, más probablemente, un mayor mantenimiento del virus en los rumiantes salvajes en comparación con el ganado.

 

La presencia de ARN de BTV-1 y 4 en el ciervo y el muflón confirma la susceptibilidad de estas especies a la infección por el virus y ademas apoya su papel como reservorio.

Se ha sugerido la vacunación como una de las más importantes medidas de control de la lengua azul. En este sentido, el limitado número de casos comunicados en el ganado a pesar de la circulación observada en los rumiantes salvajes sugiere que la vacunación parece ser eficaz para prevenir la enfermedad clínica. Sin embargo, para prevenir los brotes en el ganado, la vacunación de la cabaña del país tendría que mantenerse hasta que la circulación del virus en los rumiantes salvajes haya cesado. 

 

 

Nuestros resultados confirman que las poblaciones de rumiantes salvajes del sur de España están expuestos a BTV-1, BTV4 y BTV-8. Los hallazgos indican que los rumiantes salvajes están implicados en la difusión y la persistencia de la lengua azul, y probablemente desempeñan un papel importante como reservorios del virus. 

1García-Bocanegra et al. Role of wild ruminants in the epidemiology of bluetongue virus serotypes 1, 4 and 8 in Spain. Veterinary Research 2011;42:88http://www.veterinaryresearch.org/content/42/1/88

Más información:

http://ec.europa.eu/food/animal/diseases/controlmeasures/bluetongue_en.htm

 

http://rasve.mapya.es/Publica/Noticias/LenguaAzul/Focos_LenguaAzul.asp

http://es.wikipedia.org/wiki/Lengua_azul