Sospecha que el cazador llevó a analizar algunas piezas, pero no la infectada.

Algunos afectados denuncian que no se les diagnosticó con los primeros síntomas.La investigación que está realizando la Dirección General de Salud Pública para determinar las circunstancias que rodean el brote de triquinosis de Huesca, que se ha saldado con un fallecido y cinco personas afectadas más, podría desembocar en un procedimiento administrativo contra el cazador, con sus correspondientes sanciones económicas, e incluso con llevar el asunto al Juzgado para que esta instancia concluya la administración y determine posibles responsabilidades penales.

Así, los esfuerzos de los técnicos se orientan a determinar si el cazador llevó al veterinario todas las piezas de caza para que pasaran por el preceptivo control sanitario. En estos momentos, se están analizando las muestras de carne que el veterinario guarda de todos sus análisis para determinar si están infectadas, es decir, que la partida de caza sí llevó a analizar, al menos, algunas de las piezas.

Desde Salud Pública, sin embargo, sospechan que la pieza infectada que ha causado este brote no pasó este control sanitario. "Los embutidos analizados tenían tal cantidad de larvas que es prácticamente imposible que la infección hubiera pasado inadvertida a un veterinario. Y más si se tiene en cuenta que la carne del embutido se mezcla con otras piezas, como el cerdo, para suavizar su sabor", indicó ayer el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo.