Con motivo de la invitación que se nos hizo por el MAGRAMA y de cuyos resultados dimos cuenta en Actualidad, expusimos ante la autoridad veterinaria competente nuestra inquietud ante el uso indiscriminado de medicamentos antiparasitarios en premezclas para especies cazables.

 

El aumento de la abundancia genera algunos problemas de salud en los animales, y muy especialmente de los que ocasionan los parásitos. Desde hace tres décadas se conoce el efecto del uso de las lactonas macrocíclicas en el control de numerosos géneros de parásitos internos y externos, lo que ha permitido una notable mejora de las producciones ganaderas a un coste muy asumible.

 

 

Sin embargo el problema surge cuando estos antibióticos se usan mal, a dosis inadecuadas y con frecuencias incorrectas, ya que algunos parásitos son capaces de desarrollar resistencia. Se sabe que los nematodos son capaces de hacerlo. Esta resistencia hace que el medicamento pierda valor profiláctico y curativo y vuelvan a producirse problemas de salud que hoy estaban perfectamente controlados.

 

El uso de las lactonas macrocíclicas, como cualquier otro fármaco, está sometido a la normativa que en materia de seguridad y de control de residuos establece el Estado español y la Unión Europea. Las distintas normas establecen que para que un medicamento pueda ser usado en una especie concreta éste debe estar autorizado específicamente para esa especie, debe existir una prescripción que se explicita en forma de una receta veterinaria, debe existir un registro de uso en el que se indique los animales tratados, la fecha de inicio y fin del tratamiento, dosis y plazo de supresión. Estos registros deben conservarse al menos durante 4 años.

  

Con la extensión del problema ocasionado por el parásito Cephenemyia stimulator  han surgido oportunidades para los vendedores de piensos con formulaciones que incluyan estos antibióticos. Amén de la obligatoriedad de contar con una receta veterinaria y el registro de las aplicaciones, el respeto de los plazos de supresión –no menores a 12 semanas desde la retirada total del pienso medicados- se está empezando a ver que los cérvidos pueden ser el vector de parásitos resistentes. Ello es debido a que en las condiciones de uso de estos productos en los animales en libertad o semilibertad no es posible determinar si han consumido o no una dosis adecuada.

 

 

 

 

Un trabajo reciente alerta sobre el hecho de que en el Reino Unido se han detectado en los corzos vermes gastrointestinales resistentes consecuentemente al uso de lactonas macrocíclicas en granjas de ciervos. Se especula sobre las consecuencias que ello puede tener sobre la ganadería de vacuno y de ovino.

    -.Chintoan. Uta, C. et al. Wild deer as potencial vectors of antihelmintic-resistant abomasal nematodos between cattle and sheep. Proceedings of the Royal SocietyB: Biological Sciences. 2014. doi: 10.1098/rsp.2013.2985