Dentro de las reglas de composición fotográfica una de las más sencillas y fáciles de aplicar es la regla del movimiento, que se debe utilizar en aquellas fotografías que captan elementos que se encuentran en movimiento.

La regla consiste en captar al sujeto de forma que parece que acaba de entrar en la imagen. Para ello se sitúa al elemento principal en uno de los lados de la toma, dejando mucho espacio en la zona o dirección que en breves momentos ocupara el sujeto si continúa su movimiento.

En esta imagen NO se cumple la regla ya que apenas queda espacio en la dirección del movimiento.

En esta SI se cumple la regla al presentar mucho más espacio en la zona izquierda de la imagen.

Cuanto más al extremo se encuentre el sujeto y más espacio exista en la otra parte de la escena, mayor será la sensación de movimiento.

Aunque a priori pudiera parecer que la imagen resultante estaría desequilibrada, el amplio espacio vacío que queda en el lado opuesto al sujeto es ocupado por el propio sujeto con la mera intención de continuar su movimiento.