Seguro que esta pregunta nos la hemos hecho alguna vez tras una salida al campo. Aquí tenemos una explicación; probablemente hay otras.
Casi todas las primaveras se habla en este foro de la influencia del tiempo en el futuro de los corcinos de ese año. Si por las condiciones climáticas adversas un año hay una gran mortalidad de juveniles, ¿que ocurrirá con los supervivientes cuando lleguen a la edad adulta? Teóricamente han sobrevivido los más fuertes, así que podemos pensar que su esperanza de vida será mayor. Pero también podemos pensar que los supervivientes han podido sobrevivir a duras penas, quedando en peor condición fisiológica y ello tendrá consecuencias futuras, acortando su vida.
Para tratar de aclarar esta cuestión, en este trabajo1, los autores volvieron a estudiar los corzos franceses de Chize y Trois Fontaines.
Lo primero que hay que destacar es que la supervivencia de los corcinos, medida hasta los 8 meses, era muy variable de un año para otro; es decir que sí que hay años buenos y años malos. En el año bueno (“high quality”), a la izquierda en la figura de abajo, la mortalidad de los corcinos es escasa. En el año malo (“low quality”), a la derecha en la gráfica, la mortalidad es alta. No se vieron grandes diferencias entre sexos.
¿Y qué ocurría con los corzos que sobrevivían en un año de gran mortalidad de juveniles en comparación con otros con baja mortalidad de corcinos? Pues el comportamiento era muy diferente según el sexo. Las hembras alcanzaban más frecuentemente la vejez y vivían más tiempo que las que nacidas en los años buenos: parece que había una compensación para que no disminuyera el número de hembras.
Y con los machos sucedía todo lo contrario. Los machos nacidos en estos años de gran mortalidad de corcinos, vivían hasta un 30% menos de tiempo que las hembras.
En la figura de abajo se puede ver en símbolos negros como el porcentaje de hembras que llegaban a viejas va creciendo a medida que tenemos un año con mayor mortalidad de juveniles. Y en círculos o cuadrados blancos vemos como cae el porcentaje de machos viejos.
Los autores intentan explicar por qué se producen estas diferencias. Un mal año para los corcinos conduce a una menor masa corporal en los adultos, en ambos sexos, con una similar mortalidad de juveniles. Pero parece que esta baja masa corporal afecta más a los machos en la edad adulta. Una explicación sería que los machos se pasan medio año defendiendo el territorio y estos machos “pequeñitos” se la tendrán que ver con otros de mayor porte, nacidos en mejores años. Ello conduciría a un declinar fisiológico y a una menor supervivencia.
En fin que para los machos, y para los cazadores de machos, tras un año malo para los corcinos, vendrán unos años malos para los machos adultos, al menos en número, que de trofeos no hablamos. Y en esos años, la habitual desproporción de sexos se incrementará, con mayor predominio de hembras adultas y más todavía de corzas viejas.
1Garratt et al., High Juvenile Mortality Is Associated with Sex-Specific Adult Survival and Lifespan in Wild Roe Deer. Current Biology 2015;25, 759–763 http://dx.doi.org/10.1016/j.cub.2014.11.071