El pasado día 15 de mayo, en la localidad de Murça (provincia de Tras-os-Montes) tenía lugar el acto fundacional de la Asociaçầo do Corço Português (ACP), contando con una nutrida asistencia de destacados cazadores, investigadores de las Universidades de Aveiro, Vila-Real y Bragança, autoridades locales, y técnicos de la administración portuguesa. En el acto, celebrado en el salón del Ayuntamiento de Murça, y por invitación expresa de los socios fundadores, estuvieron presentes representantes de la Junta Directiva de la Asociación del Corzo Español (ACE), que estamparon su rúbrica, también, en los documentos fundacionales de la ACP, como símbolo de hermanamiento entre ambas organizaciones.
La población de corzo de Portugal, al igual que la española, comenzó su expansión en los años 70 del siglo XX, a partir de pequeños núcleos de población situados al norte del río Duero. En la década de los 90, y con el objetivo de aumentar la disponibilidad de presas para el lobo ibérico, el gobierno portugués llevó a cabo varios procesos de reintroducción con ejemplares procedentes tanto de Francia como del noreste del propio país, que junto con la entrada natural de ejemplares provenientes de Castilla y León y Extremadura, han propiciado su presencia en prácticamente toda la mitad septentrional del país y en áreas muy localizadas del sur. Los resultados muestran que, en la actualidad, los corzos en Portugal continúan su expansión. Si embargo, a pesar de su avance demográfico, existen algunas limitaciones que deben tenerse en cuenta, como la competencia interespecífica con el ciervo, la perturbación humana y la caza furtiva, propiciada, sobre todo, por la escasa puesta en valor de la especie a nivel natural y cinegético.
En este contexto, y fruto de una muy trabajada labor de investigación de las principales universidades del país luso en torno al corzo, y de un movimiento creciente del interés de los cazadores, impulsado por el Clube Português de Monteiros, nace la Asociación del Corzo Portugués que, inspirada en el ejemplo de la Asociación del Corzo Español, pretende impulsar una correcta gestión de la especie a través de la caza racional y sostenible para conseguir unas poblaciones prósperas y en equilibrio con su medio.
Tras el acto fundacional, los presidentes de ambas entidades, D. Carlos Pina Santos, por parte de la ACP, y D. Florencio A. Markina Lamonja, por parte de la ACE, acordaron mantener una estrecha colaboración y la inmediata organización de actos conjuntos en beneficio de la conservación del corzo ibérico.