Una vez descongelada en el frigorífico la pieza de corzo que se vaya a cocinar, se procederá habitualmente a su adobo o marinado, aunque las mejores piezas de carne de una canal de corzo, si han sido correctamente tratadas y manipuladas, puedan ser consumidas sin necesidad de ello, pues el sabor «a monte» no se manifiesta prácticamente y su gusto no resulta fuerte.
Existen diversas maneras de marinar una pieza de corzo, que van desde sumergirla en leche fría hasta las clásicas preparaciones con vino o brandy, verduras, especias y diversas hierbas aromáticas.