Ambos triunfan con los platos cinegéticos. La grouse asada y servida poco hecha con una reducción de Jerez de Marian se las ve con la tórtola de César, que llega a la mesa con un salteado de setas y cebolla pochada. De su contrincante le entusiasman sus platos de caza, pero también sus escabeches, tanto de caballa como de chicharro, así como los salazones. Por su parte, Marian destaca de él la mezcla de ingredientes. El embutido de callos y las rillettes son para ella sorprendentes. Para celebrar el «deuce» de este duelo pone sobre la mesa un pato azulón asado sobre cous cous y ras el hanout. César aporta sus emblemáticos buñuelitos de queso idiazábal y unas manitas de cerdo rellenas de rabo estofado. >>> VER LA NOTICIA COMPLETA >>>