Este bello animal que, debido a su majestuosidad, entre otras razones, es una de las piezas más valoradas por los cazadores, tiene especial querencia por el monte rico en follaje, donde no falte el agua, y por los claros entre la arboleda. Es uno de los animales que probablemente más selecciona sus alimentos, mostrando una predilección especial por las hiedras, avellanas, frutas silvestres, cereales, legumbres, bellotas, castañas y plantas aromáticas en primavera y verano.
La carne de ciervo mantiene un gran parecido con la de su pariente el corzo, pero es necesario tener en cuenta que es más oscura, de fibra muscular larga y de sabor más intenso, por lo que al ser un poco menos tierna tendrá que cocinarse algo más; aunque en cualquiera de los casos es aconsejable que quede rosada o incluso roja, eso sí, siempre muy caliente. >>> VER LA NOTICIA COMPLETA >>>