El pasado invierno tuve la fortuna de cazar un ejemplar de hembra de corzo un tanto particular, a la que había denominado como la Unicornio.

Se trata de una corza que presentaba un cuerno y a la cual realicé un seguimiento durante año y medio hasta que finalmente la cacé a principios de año.

Fue a finales de julio de 2015 cuando vi por primera vez al ejemplar. En un primer momento pensé que se trataba de un macho con una cuerna atípica, pero tras una pequeña aproximación y varias fotografías, pude comprobar todo lo contrario, se trataba de una corza.

 

En mitad de agosto, volví a fotografiar al ejemplar y, a pesar del breve periodo de tiempo transcurrido, noté que se había producido un crecimiento del cuerno de varios centímetros.

 

Ya en 2016, entre marzo y abril, volví a fotografiar a la corza, pero en esta ocasión el tamaño del cuerno era muy similar al que presentaba el verano anterior. Me llamó la atención que presentaba un aspecto físico muy saludable, estaba gorda y parecía gestante.

 

Coincidiendo con el invierno, época óptima para la caza de hembras, volví a localizar a la corza.

 

Tras un intento de caza fallido y varias esperas, es una mañana, a principios de enero, cuando finalmente abato al ejemplar.

 

Tras la espera de un largo minuto, me acerco y un de las primeras cosas que hago es mirar y tocar el cuerno y ver si existe alguna anomalía en su aparato reproductor. Tardo varios minutos en colocarla y me dedico a realizar fotos y más fotos.

 

En la BIBLIOTECA, en el apartado HEMEROTECA, podéis descargar el relato más extenso, que salió publicado en la revista Caza Mayor del mes de abril 2017, con algunos datos y conclusiones . https://xn--asociaciondelcorzoespaol-mlc.com/asociaciones-caza-corzo-espana/hemeroteca/la-unicornio-caza-mayor-abril-2017-gonzalo-varas_829_83_7783_0_1_in.html