Con vistas a cumplir su objetivo de asesoramiento a Administraciones y el fomento de un aprovechamiento sostenible del corzo, la ACE remitió una carta a la Consejera de la CAM con los fundamentos científicos que aconsejan la variación y ampliación del periodo hábil para la caza de corzas en la CAM
La Orden de Vedas de la Comunidad Autónoma de Madrid (ORDEN 1528/2020, de 16 de julio, de la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad), estableció para la pasada temporada (2020-2021) un único periodo hábil para la caza de hembras de corzo entre el 1 de septiembre y el 15 de octubre.
La caza de hembras es una herramienta fundamental en la gestión de poblaciones de corzo, y ha de ser adecuada en número de ejemplares a extraer y en las fechas en las que se realiza la misma, pues así se logra una población equilibrada en sexos y a la capacidad de carga del medio, lo que evitará daños excesivos a cultivos y vegetación natural y una reducción de los accidentes de tráfico, así como favorecerá una población más saludable y con mejores trofeos.
Con esta premisa, la ACE remitió una carta a la Consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad de la CAM, sugiriendo el cambio de los periodos hábiles para las hembras de corzo, con la ampliación del “periodo otoñal” hasta finales de octubre y la implementación de un “periodo invernal” en la segunda quincena de diciembre y los meses de enero y febrero, en base a los siguientes parámetros:
- El establecimiento de un “periodo invernal”, donde las crías del año no dependen de la madre, reducen las posibilidades de que estas mueran al extraer la madre o se conviertan en ejemplares errantes que aumenten los accidentes de tráfico, y evita una extracción de hembras basada en ejemplares jóvenes y sin cría que no contribuyen aun al crecimiento poblacional
- Aunque durante el periodo invernal los machos se encuentren desmogados, es en estos meses cuando mejor se distinguen los sexos, ya sea por la cuerna incipiente y cubierta de borra de los machos, como por el penacho vulvar presente en el escudo anal de las hembras, que se diferencia de forma muy clara en invierno.
- En lo que respecta al consumo de energía del ecosistema (en base al herbivorismo que sufre la vegetación), si una hembra se extrae en los meses invernales se reduce el consumo de energía y la energía consumida y perdida es menor. Esto es así porque el periodo de gestación y crianza, que es el que más energía consume aún no se ha producido, y no se extraen hembras tras el mismo, donde toda la energía consumida del ecosistema quedaría “perdida” si se extrajeran hembras en este periodo.
Por todo lo anterior, desde la ACE esperamos que nuestras indicaciones sean tenidas en consideración y se instaure un periodo invernal para la caza de hembras en la Comunidad de Madrid, con lo que se conseguirá una mejor gestión de estas poblaciones y una mejor salud y calidad de las mismas.
Finalmente queremos recordaros la labor constante que desempeña la ACE en el fomento del conocimiento del corzo y en al asesoramiento a Administraciones en estrategias de gestión sostenibles basadas en el más estricto conocimiento científico.