Ni el viento ni la pertinaz lluvia dieron tregua a los productores alaveses. Alegría se despertó ayer con el cielo totalmente gris y una temperatura heladora. Hacer que la feria gastronómica y artesana de La Llanada funcionase era todo un reto, pero la fuerte tradición de los alaveses pudo con la adversa meteorología. Y decenas de personas se acercaron por la mañana a la veintena de puestos ubicados en el porche del edificio del Ayuntamiento y su Casa de la Cultura. Sidra, manzanas reinetas, queso de vaca, chorizo, lomo, panceta, pastel vasco, txintxorta…
En la variedad está el gusto y la oferta de productos elaborados en territorio alavés es muy amplia. Eva López de Arroyabe, ganadera de Larrea, se frotaba las manos para hacerlas entrar en calor, mientras esperaba que alguien se acercara a su puesto a ojear su nuevo producto: quesos de vaca tiernos, frescos y curados. «Somos ganaderos y hemos decidido diversificar el negocio. A la gente le encanta el queso fresco y compra mucho de Burgos y, aunque es difícil romper costumbres, queremos ofrecer un queso fresco típicamente alavés. Ya está bien de quejarnos, los jóvenes tenemos que lanzarnos al vacío e intentar vivir de esto», explica. A media mañana todavía la asistencia era algo tímida. Asier y Aitziber Aresti, junto a óscar Colmenero, eran los primeros en comprar algún producto. «¡Todo vicio!», reían picando un trozo de bizcocho de nueces. «Nos encantan este tipo de ferias y venimos habitualmente. Además, animan el pueblo», reconocían. Junto a ellos, Rebeca Seco le daba a su hija chorizo que acaba de adquirir. «Estos productos son de calidad. El que va al supermercado no sabe lo que se pierde. Además, el precio aquí no es tan caro como se cree.
Tenemos que promocionar lo que se hace en nuestra tierra», insistía. Precisamente, atraer gente y dinamizar el mercado eran algunos de los objetivos de esta iniciativa. «Buscamos crear una marca propia de La Llanada de referencia turística, además de apostar por dar cobertura a todos los agricultores ecológicos para contribuir al mercado sostenible y ayudarles a convertir la agricultura y la ganadería en un modo de vida rentable, sobre todo para los jóvenes», explicaba el concejal de Cultura de Alegría, Zacarías Martín.
En la iglesia Poco a poco, aunque no dejaba de llover, la gente se animaba a visitar los puestos de la feria, que no solo ofrecían alimentos sino también productos de otro tipo: collares, anillos e incluso información turística sobre la zona y sobre las donaciones y transplantes de corazón y pulmón. Mientras tanto, en la iglesia de San Blas, se celebraba un Encuentro Coral de La Llanada en el que participaban cuatro coros de Elburgo, Araia, Alegría y Salvatierra. Durante una hora, cantaron piezas como Txoria Txori de Mikel Laboa o The lion sleeps tonight de la película El rey León. Posteriormente, el concierto se complementó con una exhibición de seis campaneros. Todo ello englobado en la segunda edición de las Jornadas Gastronómicas de La Llanada, cuyo lema es: Berezko Izaerarekin-Con personalidad propia. «Tratamos de que se conozca la comarca a través de los productos», comentaba la alcaldesa de Elburgo, Natividad López de Munáin.
Para ello, hasta el 11 de diciembre seis restaurantes de La Llanada elaborarán menús a 30 euros con cuatro ingredientes típicos de la zona: patata, hongo, queso y caza.
FUENTE:ELCORREO