Un buen lance de caza da mucho juego, y deja rastros para la posteridad. Los recuerdos
guardados en algún lugar entre la mente racional, el corazón y el instinto es el poso que nos queda a los cazadores de cada uno de ellos. Es el recuerdo más íntimo e imborrable, una experiencia única e irrepetible. Pero hay otros recuerdos que podemos ver, tocar y ensenar: los propios trofeos de los animales abatidos y, como no, sus fotos.
La filosofía de las fotos de trofeos
Que duda cabe que estamos en una sociedad cambiante, cambiante a gran velocidad, y los cazadores no podemos estar al margen de este hecho. Esta sociedad está cada vez más sensibilizada con el respeto al medio ambiente y su fauna, por ello, los cazadores que nos alineamos con la defensa de la ética en la caza, tenemos que ser sensibles a esta circunstancia. Y esta sensibilidad tiene que plasmarse en las fotografías.
Hace unos cuantos anos, las fotos de los trofeos de caza eran muy diferentes. Las máquinas de fotos eran muy escasas y pesadas, por lo que no se llevaban al campo. Las fotos se tomaban en las ciudades o pueblos, con los animales amontonados en un coche o colgando de una viga. Es la actualidad esto no se considera ético, por respeto hacia los animales y hacia los no cazadores.
Cuando realizamos una foto de un animal abatido, tenemos que buscar que sea lo más
correcta posible, cumpliendo con lo dicho anteriormente de la ética ay el respeto, e
intentaremos:
- Buscar que el animal este en una postura lo más natural posible y evitaremos gestos antinaturales o que esté con la lengua fuera.
- Evitaremos que se vean restos de sangre, tanto en el animal como en el suelo. Es muy útil llevar unos papeles absorbentes y limpiar la sangre antes de hacer la foto.
- Evitaremos que se vea la zona del impacto de la bala, tomando la foto desde un ángulo oportuno. Si el rifle aparece en la foto, lo podemos utilizar para tapar esta zona.
- No haremos fotos de cabezas cortadas, animales amontonados, colgados, el cazador pisando al animal, apuntándole con el rifle, etc..
- Para los cazadores con arco, no se tomaran fotos de la pieza con la flecha clavada.
Composición de la fotografía de un trofeo
La fotografía de naturaleza tiene muchos campos que utilizan técnicas y materiales muy
diferentes en función de lo que se quiera realizar. Así es muy diferente hacer fotos de flora, que se necesitan macros y flashes especiales, a hacer fotos de animales con unos
teleobjetivos muy poderosos.
La luz: quizás uno de los contrastes más importantes, que con frecuencia se convierten en un problema al hacer una foto de un trofeo, es la luz. Los aficionado a la fotografía de naturaleza sabemos que, para hacer buenas fotos de animales, hay que buscar las horas de luces suaves que dan tonos cálidos y pocas contrastes de sombras, es decir por la mananas y por las tardes. Pero un animal se puede abatir a cualquier hora del día, incluso a punto de ser de noche, con lo que hay que lidiar con luces extremas, como el mediodía con un máximo de luz o por la noche con luz inexistente. Por ello, el flash se convierte en una herramienta imprescindible. La pauta general de utilización es la siguiente:
- Por las mananas y las tardes, buscaremos que pieza y cazador estén mirando al sol, buscando los tonos cálidos del sol del amanecer y atardecer, y evitando las sombras. Cuidado con la sombra que proyecta el propio fotógrafo, en una buena foto ésta no debe aparecer.
- Al mediodía, cuando el sol cae de pleno, utilizaremos el flash, en una técnica que se llama «flash de relleno» y vale para compensar las sombras que se producen. Por ejemplo, si el cazador lleva un sombrero de ala ancha o una gorra de visera, la sombra de este hará que la cara aparezca negra. El flash lo evita.
- Por supuesto, también utilizaremos el flash cuando tengamos falta de luz, especialmente de noche. También algunos consejos sobre ello. En la oscuridad absoluta, el autofoco de la cámara no consigue enfocar, por lo que conviene encender una luz que ilumine un poco, de manera indirecta, el objeto a fotografiar, lo justo para que el autofoco funcione. Si hacemos la foto tumbados en el suelo – como habitualmente se deben hacer- hay que tener cuidado con la iluminación del suelo delante del trofeo, ya que al estar en un primer plano sale demasiado iluminado. Lo mismo ocurre si hay polvo en el aire, llenará la foto de manchas blancas, al rebotar la luz sobre este. Las fotos a contra luz, al atardecer, en las puestas de sol, y el objeto iluminado con el flash, dan unos resultados francamente bonitos, hay que aprovechar.
- Los días nublados, al haber poco contraste de luces y sombras, se pueden conseguir buenas fotos, con muy buena saturación de colores. Hay que vigilar el fotómetro de la cámara, porque también suelen ser días de poca luz, y muchas veces también hay que utilizar el flash.
El entorno: lo primero que hay que hacer antes de tomar una foto, es buscar un lugar bonito donde hacerla. Debemos buscar un buen fondo, sobre el que contraste bien el animal y el cazador. Manejando la apertura del diafragma posibilitamos que el fondo aparezca o desaparezca. Si deseamos que se vea el fondo, porque consideramos que la foto se enriquece incluyendo el entrono donde el animal ha sido abatido, utilizaremos un objetivo angular (28-70 mm.) y un diafragma muy pequeno (f/22), lo que -como hemos visto antes- permite una gran profundidad de campo, y que el fondo de la foto aparezca nítido. Si por el contrario, deseamos que el fondo aparezca difuminado y borroso, para centrar todo el interés de la foto en el trofeo y el cazador, utilizaremos a la vez un teleobjetivo (200-300 mm) y una apretura de diafragma muy grande (f/2.8), lo que permitirá que la foto tenga muy poca profundidad de campo y el fondo aparezca desenfocado.
El ángulo: En las fotos de trofeo, el trofeo, junto con el cazador, es lo que más valor tiene, por ello debemos buscar el ángulo que destaque a animal – y al trofeo de este, si lo tuviese- y que más importancia le dé. Por lo tanto, el ángulo con el que se toma la foto es crucial para este menester. La foto se debe hacerse a la misma altura que la cabeza del animal, incluso por debajo de ésta. No haremos una foto por encima del animal, ya que desde ésta perspectiva la visión del trofeo no queda nada bien.
El detalle: Si el animal tiene trofeo, especialmente cuando este no es muy grande como el caso de un corzo macho, debemos buscar un fondo sobre el que la cuerna destaque, por ejemplo sobre el cielo. Si el cazador se pone detrás de la cuerna, el fondo no va a ser el correcto.
Si el animal esta en el suelo, hay que limpiar convenientemente de hierbas y matas todo el espacio anterior desde donde se va a tomar la foto, para evitar que tapen al animal.
Conviene hacer varias fotos y probar varios ángulos diferentes.