El empleo de los reclamos en la caza es y será un asunto controvertido. Para algunos es una ventaja innecesaria y para otros la oportunidad de cazar en base a las destrezas personales y no a la tecnología.
El corzo está durante su vida dominado por la hembra, y más que nunca durante el celo. Si ella se encuentra sin pareja pronto busca una, arrastrándole hasta donde ella ha decidido que debe tener lugar el celo.
La corza para mantener la atención del corzo utiliza una serie de sonidos. Muchos de ellos no son escuchados nunca o muy infrecuentemente por los humanos. Esta debilidad ha permitido a los cazadores atraer a los corzos mediante la reproducción artificial de algunos de ellos.
Los momentos álgidos para el reclamo son de la mitad al final de la época de celo, desde el 20 de julio al 15 de agosto, dependiendo del clima y del ano
El reclamo funciona mejor durante la manana, no demasiado temprano, hasta el medio día. Resultando más fructíferos los días calurosos y aturbonados. Los días de viento y fríos son poco afortunados. De todos modos debemos reconocer que el corzo, salvo en algunos días que está muy embotado por el celo, entrará cauto al engano, buscándole las vueltas y el aire al emisor. El lugar adecuado es aquel que permite ver la aproximación del corzo a una distancia razonable, pero con maleza y sotobosque suficiente para que él se sienta seguro de intentar la aproximación.
Hay tres tipos básicos de llamada: Cría, corza en celo y corza perseguida por un macho (dos tonos).
En el mercado existen diversos modelos de reclamos. En su mayoría son, básicamente, instrumentos musicales cuyo manejo correcto exige destreza y dedicación. Los mejores no son necesariamente los más sencillos.