Estos días aparecen en los restaurantes las codornices, un bocado pequeño pero exquisito. Las silvestres, claro, porque las de granja las tienen todo el año y jamás alcanzarán el sabor intenso, delicado y fino de una codorniz de campo abatida a tiro entre trigales o viñedos. Ya lo escribió Camba: "Para la caza, el monte. En el corral debe reinar siempre la paz y el sosiego". >>> VER LA NOTICIA COMPLETA >>>