Hoy, festividad de Todos los Santos, el interior de la provincia registrará una buena afluencia. Y es que muchos castellonenses y ciudadanos de otras provincias seguirán la tradición de pasar el día para conocer parajes y pueblos y comer en un restaurante, una costumbre que se ve acrecentada con la proliferación de cazadores (el 12 de octubre empezó la temporada) y de buscadores y degustadores de bolets y rovellons.
Precisamente la caza es uno de los acicates que estimula la hostelería, ya que los aficionados aprovechan para comer o almorzar juntos. Uno de los locales más frecuentados por este sector durante estas fechas es el restaurante de Fredes. Su propietario, José María Bel, explica que “bastantes grupos suelen reunirse en esta época en las horas del almuerzo o la comida”. Además, la mejora del tiempo ha redundado en una mayor clientela. “Todo depende de cómo haya amanecido en el litoral.
Hoy (por ayer) ha sido un buen día y se nota”, indica. Otro de los establecimientos donde este sector es clientela habitual durante este puente es el Mas de Ferre, situado a las afueras de Morella. Desde este local explican que “la temporada de caza atrae a comensales diferentes que aprovechan estos días”. Uno de los grandes atractivos que ofrece el interior son las setas. Pese a la irregular campaña por la falta de lluvias, todavía hay aficionados que se aventuran a practicar senderismo y buscarlas. Además, el retorno del buen tiempo ha revitalizado las rutas. No obstante, los bolets atraen ya no solo a buscadores sino a comensales que van a disfrutar de diferentes propuestas culinarias que incluyen este ingrediente. VARIEDADES // Raquel Ferrer, del Mesón El Pastor de Morella, sabe que los robellones son uno de los grandes atractivos de su cocina. “Intento ofrecer una gran variedad de hongos de diferentes zonas para satisfacer a los comensales”, indica, ya que es uno de los platos que más demandan los clientes, que precisamente van a Els Ports para probarlos.
En cuanto a otras zonas de la provincia, el puente está siendo beneficioso “por la llegada de catalanes, ya que allí sí que han tenido fiesta”, explica la propietaria del bar el Dau de Vistabella. Otro de los municipios con gran proliferación de visitantes será Vilafamés. Y es que celebra durante estos días unas jornadas gastronómicas dedicadas a la exquisita carne de caza. Desde su oficina de turismo informan de que ya se está notando la afluencia de visitantes en enclaves como el casco histórico o los museos, pero, sobre todo, en los restaurantes, que aglutinan a una gran parte de los que deciden disfrutar de una agradable jornada en el interior.
FUENTE: ELPERIODICOMEDITERRANEO