Una de las épocas más bonitas para visitar el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas es la estación otoñal. Sus contrastes de colores de especies de hoja caduca como robles, chopos, fresnos, sauces, cornicabras,… con pinos y encinas tiñen el campo de un mosaico de colores espectacular. Además del sentido ocular, el auditivo también se despierta con los sonidos del monte, especialmente la berrea y la ronca.
Aunque la diversidad faunística y botánica es amplia, si algo caracteriza a Cazorla es la cantidad de ungulados existentes.
Tradicionalmente los reyes de Cazorla han sido la cabra montés y el ciervo, pero podría decirse que actualmente es el gamo. Fácilmente visibles cerca de carreteras y caminos, soportan bien la presencia de vehículos, por lo que no es difícil verlos a escasa distancia.
El ciervo, en clara competencia con su pariente el gamo, también es abundante, aunque cada vez se encuentra más desplazado por éste.
Encontrarse con uno de los grandes machos de Cazorla es difícil, pero con un poco de suerte y si se puede ver alguno en plena berrea.