Hace pocas semanas saltó a la prensa la polémica sobre la caza para controlar las poblaciones de jabalíes en Cataluña. El departamento de Medi Natural de la Generalitat autorizó de forma excepcional la caza de jabalíes con arco en el Parc Natural de Collserola, donde estaba prohibido el uso de armas de fuego. Poco después diversas asociaciones se rasgaron las vestiduras por utilizar la caza y en concreto la caza con arco para disminuir el número de jabalíes. La Administración se echó para atrás y se retiró la autorización.
En otros países la caza es reconocida como la forma fundamental para controlar las poblaciones de cérvidos. En Connecticut (EE.UU.) manejan así las poblaciones de ciervo de cola blanca (Odocoileus virginianus), tan parecido en algunos aspectos a nuestro corzo. En las zonas urbanas y suburbanas consideran la caza con arco como la más apropiada, ya que existe problemas para que los cazadores con arma de fuego puedan actuar allí, debido a las restricciones legales y los problemas de seguridad.
Y allí no solo cazan sino que además sus universidades y centros oficiales se preocupan de los resultados. En un trabajo realizado por el Departamento de Protección del Medio y por la Universidad de Connecticut, los autores estudiaron si se aumentaban las capturas de ciervos con arco cuando se les cazaba en cebaderos.
El estudio se llevó a cabo en la ciudad de Greenwich, que tiene una densidad de población de 461 habitantes/km2 (aproximadamente una tercera parte que el área metropolitana de Barcelona). Allí tiene bien estudiada la población de ciervos: 2.566 en uno de los años del estudio (20,7/km2). También los ciervos que se cazan: 421 al año de media (3,4/km2).
Los autores contactaron con todos los arqueros que habían cazado un “cola blanca” en 2.002 (cuando estaba prohibido el cebado) y les hicieron una serie de preguntas: número de capturas, días de caza…En 2.004, cuando se había legalizado el cebado de los ciervos, se contactó de nuevo con el grupo de cazadores arqueros.
El 71% de los cazadores respondieron a la encuesta.
Los resultados más significativos fueron los siguientes:
El 83% de los cazadores que usaron cebo y el 58% de los que no lo usaron capturaron un ciervo.
Los que lo usaron cazaron de media 4,2 ciervos y los que no 0,8.
Aproximadamente el 80% de las capturas se consiguieron cebando a los ciervos.
Curiosamente los cazadores que cebaron cazaron proporcionalmente mas ciervos sin cuerna; parece ser que los ciervos con cuerna tienen un patrón de alimentación más irregular ciando se les ceba.
Independientemente de estos resultados, lo que más me ha llamado la atención es la naturalidad con la que se utiliza la caza cuando las densidades de una especie son altas, en este caso con arco al tratarse de una zona urbana y suburbana, dónde hay evidentes dificultades para emplear rifles. No se si algo parecido se podría hacer en España, en similares lugares y circunstancias, con el corzo y el jabalí.
Kilpatrick HJ, LaBonte AM, Barclay JS. Use of Bait to Increase Archery Deer Harvest in an Urban–Suburban Landscape. Journal of Wildlife Management. Volume 74, Issue 4 (May 2010): 714–718.
Fotografía tomada de http://www.ct.gov/dep/cwp/view.asp?a=2700&q=452550&depNav_GID=1633