Desde hace unos años, en España la entrada clásica de una cena o almuerzo en Navidad es un surtido de marisco, mayor o menor, fresco o congelado, en función del poder adquisitivo de los interesados; pero no siempre fue así, y antes ese plato espectacular que abría plaza solía estar compuesto de fiambres. >>> VER LA NOTICIA COMPLETA >>>