En 1963, Mari y Emilio abrieron una tienda y una taberna en Aceña de la Borrega (Valencia de Alcántara), que entonces contaba con cerca de 200 habitantes. Además de alternar y llevarse a casa el jabón, las conservas y el aceite, los parroquianos podían comprar rifas de los conejos que Mari y Emilio sorteaban en la temporada de caza. Con el tiempo, Mari empezó a guisar el conejo a quien lo ganaba y de ahí pasó a guisarselos a los cazadores de la zona. >>> VER LA NOTICIA COMPLETA >>>