El Catálogo de Especies Amenazadas de Navarra data del ano 1995, y ya en su momento, cuando el borrador de su proyecto fue sometido a exposición pública, ADECANA formuló en plazo una serie de sugerencias y observaciones a las que el Departamento no hizo ningún caso.

Dado que han venido pasando los anos y ha habido una serie de especies cinegeticas que han aumentando significativamente sus efectivos, desde ADECANA hemos venido solicitando, tanto a través de las reuniones de la Comisión Asesora de Caza, como a través de las reuniones que hemos venido manteniendo con los responsables del Departamento, que se procediera a su actualización, pero siempre se nos ha contestado lo mismo, que teníamos la razón, pero que por falta de medios y de tiempo siempre lo dejaban para el ano siguiente, lo que a nuestro entender es una falta de diligencia e interés en las funciones públicas que tiene asignadas el Departamento. No es de recibo que desde su publicación hayan pasado casi 18 anos y no haya habido cambio alguno desde entonces.

En todo este tiempo se han producido una serie de actuaciones medioambientales de protección de Habitáts y de especies, el natural devenir de las diversas especies que en muchos casos han aumentado o en alguno disminuido, o la implantación de obras publicas que han modificado sustancialmente el hábitat de la estepa cerealista, ocasionando que en la actualidad la mayor parte de las consideraciones que en su momento se pudieron hacer de la situación de las especies al día de hoy estén muchas de ellas obsoletas. Por todo ello entendemos que a la mayor brevedad el Catálogo de Especies de Navarra debe ser actualizado, por supuesto con la opinión de todos los administrados, y entre ellos el colectivo de cazadores que representamos.

No podemos comprender que en Navarra se haya prohibido la caza de una serie de especies que sus poblaciones permiten un lógico y controlado aprovechamiento cinegético, las cuales se cazan con total normalidad en el resto de comunidades autónomas y en la vecina Francia.

Ejemplo de ello son algunas especies de anátidas que inexplicablemente en Navarra están vedadas, como por ejemplo el porrón común que junto con los ánades reales son las especies mas abundantes en nuestra comunidad, pero cuando se les solicita al Servicio de caza y Pesca que se autorice su caza, se argumenta para negarlos que tienen en el Catálogo de Especies de Navarra un estatus que impide su aprovechamiento cinegético, mas si cabe, cuando el 90 % de las zonas húmedas que hay en Navarra están sometidas a una regulación especial de protección.

En cuanto a mamíferos es de destacar el Sarrio del que hay mas de 40.000 ejemplares en todo el Pirineo, lo que hace que se cacen de forma regulada en Aragón y en Cataluna y en todos los Departamentos franceses, salvo en Navarra. A pesar de que Adecana ya en 1995 anunció el peligro que suponía su sobrepoblación, aquí parece que los gestores de medio ambiente no aprenden, ya que recientemente sus poblaciones han sido diezmadas por una epidemia de queratoconjuntivitis y pestivirus que cíclicamente aparece cuando hay demasiados ejemplares. Ya han pasado unos anos y están otra vez en franca expansión, las cuales como no se cacen, volverán a morirse de otra enfermedad que los asolen.

Además de ello, no solo hay que hacer mención la gestión de las especies cinegeticas, sino que el Gobierno de Navarra es el encargado del control y de la gestión de TODAS las especies que habitan en Navarra, y desde ADECANA vemos con preocupación que existen una serie de especies protegidas que han aumentado espectacularmente, y sobre las que el Gobierno de Navarra no hace nada para gestionarlas adecuadamente.

Sirva como ejemplo de ello los tejones, especie en gran expansión de comportamiento eminentemente nocturno, y que por eso quizás no llame a la atención salvo cuando son muchas veces atropellados en las carreteras con los consiguientes danos materiales que ocasionan, sino que al ser omnívoros se alimentan de todo tipo de huevos de especies tanto cinegeticas como protegidas, incluso gazapos de conejos, así como danos en los cultivos que en muchas ocasiones son erróneamente atribuidos a los jabalíes y los provocan ellos.

Si nos referimos a especies alóctonas, mas de lo mismo, que decir de los cormoranes, que antes no había y que ahora se ven en cualquier río provocando las protestas de los pescadores que ven como asolan la fauna de los ríos.
En fin, lo que exigimos que es cualquier especie de la naturaleza debe ser correctamente gestionada, y no unicamente las que son objeto de ayudas de la Comunidad Económica Europea a través de dotaciones económicas de los fondos Life.