Más de 4.000 penes, enfriados a 20 grados bajo cero, esperan turno para ser embarcados en el puerto de Valencia. Destino: Hong Kong, indican en letras grandes las etiquetas de las cajas. Cada una porta 20 genitales. Una delicatessen, dicen. En 36 días, tras cruzar el Canal de Suez, los penes criados en España llegarán a la antigua colonia inglesa y desde allí seguirán rumbo a Pekín, Taiwán, Tokio o Singapur, donde serán degustados, previa reserva, por los paladares más exigentes. Pasen y prueben. Un surtido de penes estofados, 150 euros el plato. El de ciervo, 180… No es comida para débiles. >>> VER LA NOTICIA COMPLETA >>>