Conseguir que la carne de monte fresca se haga un hueco habitual en la cesta de la compra en España es uno de los principales retos que se ha marcado la Asociación Interprofesional de la Carne de Caza (ASICCAZA), a través de la llamada extensión de la norma -en vigor desde el pasado 1 de marzo-, que obliga a productores y comercializadores a sufragar las medidas para promocionar y mejorar la calidad de ese alimento. Con publicidad, didáctica e investigación, intentarán revertir el bajo nivel de demanda nacional de la carne procedente de las distintas especies abatidas en el campo, como los jabalíes, gamos, ciervos, conejos, liebres o perdices. >>> VER LA NOTICIA COMPLETA >>>